Se preparan encurtidas en sal, en vinagre o en vino y también son muy usadas como condimentos de diversos platos de la cocina mediterránea. Hay quienes las utilizan como aperitivos o para aromatizar salsas, por ejemplo la deliciosa salsa tártara, para elaborar mayonesas, salmones ahumados o pastas, etc.
Es una planta de las que no te puede faltar en tu huerto, jardín ni en tus macetas sino posees demasiado lugar para ubicarlas. Son muchos los beneficios que te puede aportar, tanto en lo gastronómico como en lo ornamental, ya que cuando está florecida impregna de alegría y color su entorno. También puedes beneficiarte de sus propiedades medicinales:
Si quieres tener una buena producción de alcaparras para tus comidas, sigue estos consejos:
Luego de que ya tengas el lugar adecuado para cultivar tus alcaparras, necesitarás aprender como hacerlo.
Las semillas se obtienen de los mismos frutos. Pueden ser sembradas en semilleros o en plena tierra y la germinación se produce entre 2 y 4 semanas después. Lo ideal es sembrar las semillas en invierno.
Por este motivo, debes protegerlas del frío y colocar los semilleros a resguardo o bien si realizaste la siembra en plena tierra, deberás colocar una cama orgánica en el lugar. ¿Hay otra forma de reproducir la planta? Sí se la puede reproducir de otras 2 formas:
La alcaparra es una planta resistente, que se la puede ayudar a crecer con mayor vigor brindándole las condiciones anteriormente citadas. Si deseas obtener mayor cantidad de frutos de un año a otro, puedes realizarle una poda invernal, cortándole los tallos a 10 cm del suelo.
En general, al año de haber sembrado las semillas y trasplantado luego las plantas a su lugar definitivo, podrás gozar de preparar tus alcaparras de la forma que mas desees.
No solo los frutos de la alcaparra son comestibles: los tallos y las hojas se pueden consumir también, generalmente se lo hace en ensaladas.