Una de esas plantas que funciona de gran forma para la digestión es la manzanilla. Es que calma los dolores estomacales, aplaca los gases y también ayuda a deshinchar la zona. Beber una taza de esta infusión después de las comidas quizás sea la forma correcta de no pasar sobresaltos.
También el orégano puede resultar una buena infusión digestiva. Esta hierba es genial para evacuar gases, combatir el estreñimiento y también para mejorar el funcionamiento del hígado. Todo radicaría en el timol, una sustancia que se encuentra presente en esta planta. Además, es muy sencillo preparar un té de orégano.
Por último, el cilantro es la tercera de estas sencillas infusiones digestivas que puedes tener fácilmente al alcance de la mano. Antiespasmódico, carminativo y bueno para mejorar cualquier otra clase de problema relacionado con la digestión, una taza de té de cilantro puede ser una certera forma de luchar contra esas inoportunas molestias gástricas.
Las opciones están planteadas: ahora no tienes más que escoger la infusión digestiva que más te apetezca.