La papaya, es en general muy segura y beneficiosa de consumir, sin embargo en determinadas ocasiones puede provocar algunos efectos secundarios en las personas que ingieren su fruto.
El fruto del árbol de papaya posee muchas propiedades medicinal tanto en su pulpa como en las semillas. Conocido como popular y efectivo digestivo, existen algunas ocasiones en las que es mejor no consumirla.
Estas son las contraindicaciones de la papaya que debes tener en cuenta siempre:
El árbol de la papaya, conocido científicamente como Carica papaya, tiene propiedades digestivas, las cuales se concentran exclusivamente en el fruto. Debido a estas propiedades medicinales no es aconsejable que las personas que se encuentren con diarreas consuman este fruto, ya que pueden experimentar un empeoramiento de esta condición.
Por la misma propiedad digestiva que tiene la papaya, no se recomienda su ingesta en grandes cantidades, sobretodo en los niños y en personas que habitualmente se enfermen del estomago, ya que pueden ser más susceptibles de verse afectados por la papaya.
El fruto del árbol de la papaya, conocido también como papayero o papayo, no debe ser ingerido por personas que se encuentren bajo tratamiento de diuréticos. Esto se debe a que la papaya tiene propiedades diuréticas, que pueden intensificar el efecto producido por los medicamentos.
La savia de esta planta puede ocasionar reacciones alérgicas, sobre todo en aquellas personas sensibles a los componentes de la papaya.
Hasta el momento no se conocen casos ni existe evidencia científica de que el consumo de la papaya puede presentar inconvenientes para las mujeres embarazadas y las que se encuentran en el periodo de lactancia, por lo cual las mujeres que estén en estas condiciones pueden comer papaya en el embarazo sin problemas. Aunque es aconsejable que lo consuman en dosis normales, sin exagerar en la ingesta.
Aunque es aconsejable no consumirla en los casos que detallamos anteriormente, la papaya es un excelente alimento medicinal que posee una gran cantidad de nutrientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo: