Apio: ¿cómo se cultiva y cuál es su composición?

La planta del apio, cuyo nombre cientifico es Apium graveolens, en su composición tiene una importante presencia de aceites esenciales. Los frutos del apio resultan ser lo más ricos en estas sustancias. El aceite esencial está constituído principalmente por apiol, el cual es un componente orgánico que favorece la eliminación de líquidos del organismo y es el responsable de las propiedades diuréticas que presenta esta planta. El aceite esencial del apio también contiene ácido linoleico, el cual es un ácido esencial que debe ser incorporado en la dieta, ya que el organismo no puede sintetizarlo, y ácido palmítico.

Además, la composición de la planta de apio es muy rica en vitaminas: A, C y B1 (Tiamina). También incluye sales minerales en grandes cantidades, como el calcio, el cual se encuentra en una proporción de 50 miligramos por cada 100 gramos de apio, el potasio (300 miligramos por 100 gramos de apio) y el fósforo (39 miligramos por 100 gramos de apio).

La composición nutricional del apio es de 95% agua, presenta un 1,3% de hidratos de carbono, de los cuales un 0,8 son fibras (las cuales ayudan a mejorar el sistema digestivo), un 1,3% son proteinas y un 0,2% corresponden a lípidos.

Debido a sus componentes nutricionales, el apio es una planta muy recomendable para la salud. En el siguiente vídeo verás cómo puedes integrar el apio a tu dieta diaria.

Cultivo de apio

El cultivo de la planta del apio se desarrolla de mejor manera en lugares que poseen un clima templado, en donde la temperatura promedio anual sea moderada, y no presenten  temperaturas muy extremas tanto en verano como invierno. El método ideal de reproducción del apio es mediante la siembra de semillas o bulbas en maceteros. Para ello, se recomienda iniciar este proceso durante el invierno y transportar las pequeñas plantas de apio a la tierra definitiva, cuando se estime que las temperaturas mínimas no serán tan extremas.

El suelo ideal es el que posee un alto contenido orgánico. Lo óptimo es que este suelo presente constantemente bastante humedad. Durante los períodos más secos del año será necesario proveer de un abundante riego a la planta del apio, con tal de mantener un alto contenido de humedad en el suelo.

Cuando se transplante el apio al suelo definitivo, es necesario dejar un espacio de 30 centímetros entre cada individuo de esta planta. Si el cultivo de apio se realiza en más de una hilera, estas deben estar separadas por alrededor de 1 metro de distancia. Entre las hileras de apio pueden cultivarse especies de crecimiento rápido, como por ejemplo las lechugas.

La planta de apio

El apio es una planta herbácea bianual, esto quiere decir que concluye su ciclo de desarrollo al cabo de dos años. Pertenece a la familia de las umbelíferas (apiaceas).

Esta especie es una planta muy popular en varias partes del mundo, debido a que es muy habitual el consumo del apio como ensalada, especialmente de las ramas, ya sea verdes crudas o cocidas. También es común la utilización de esta planta debido a sus propiedades aromáticas y para adelgazar. Se utilizan tanto sus tallos, como los frutos y las raíces.

El apio es una planta que puede alcanzar a medir entre 60 y 70 centímetros de altura en promedio, aunque existen casos que superan los 140 centímetros del altura.

Las principales características de la planta de apio son: