Tomar agua de pepino puede resultar muy bueno para tu organismo en general. Pero vale la pena repasar, al menos a grandes rasgos, cuáles son sus principales propiedades.
Ahora ha llegado el momento de aprender a preparar esta rica agua de pepino. Vas a conocer tres variantes para aprovechar al máximo este buen vegetal.
Toma una jarra con buena capacidad y coloca dentro de ella un litro (si quieres, un poco más) de agua mineral fresca y pura. Corta medio pepino en rebanadas, exprime el zumo de un limón (y tírale también al agua algunas virutas de su piel para dar más sabor) y también algunas lonjas de jengibre. Lleva al refrigerador durante al menos ocho horas para que tome buen sabor. Por esto mismo, es ideal para preparar de un día para el otro. Una vez que transcurrió ese tiempo, bébela como agua de día.
La preparación es básicamente la misma que en el agua de pepino anterior. Pero, en este caso, sólo vas a añadir un poco más de medio pepino y unas cuantas hojas (o directamente ramas) de menta bien fresca. Incluso puedes jugar con mentas de diferente perfil, como pueden ser la hierbabuena, la tradicional u otras hierbas relacionadas como el toronjil. Dejas reposar ocho horas en la nevera y te la bebes al día siguiente.
Si quieres probar de otra forma y utilizar todo el vegetal, nada mejor que preparar un buen batido de pepino. Puedes incluir las combinaciones propuestas en los casos anteriores. O puedes unir menta a la primer receta y preparar un mega licuado de pepino. Si es verano y lo tienes a mano, un poco de melón o sandía le va a venir de perlas para poder terminar de redondear el sabor del batido.
¿Quieres aprender a preparar otras aguas saborizadas que tengan buenas propiedades y sean completamente naturales? Entonces vas a tener que probar con estas propuestas.