Tampoco hay evidencia que asegure que el cedrón no genera efectos tóxicos en los lactantes, por lo cual no se recomienda su consumo a mujeres que se encuentren en la etapa de lactancia.
Dentro de la composición del cedrón se encuentran unas sustancias llamadas furanocumarinas, las cuales resultan ser fototóxicas, por lo cual el contacto de la piel con el cedrón durante una exposición al sol puede ocasionar reacciones alérgicas, sobre todo en aquellas personas más sensibles a esta planta.