Toxicidad de la lavanda

El consumo de los preparados naturales en base a las hojas y flores de la planta de lavanda, cuyo nombre científico es Lavandula officinalis, no resultan ser tóxicos. Tampoco genera problemas de toxicidad el consumo responsable, esto quiere decir en dosis adecuadas y en intervalos de tiempo prudentes, de los aceites esenciales de esta planta.

Por el contrario, la ingesta excesiva de los aceites esenciales podría ocasionar efectos tóxicos en las personas que la consumen. La intoxicación por el consumo excesivo de aceites esenciales de la lavanda, conocida tambien como lavándula, puede llegar a ser mortal, por lo tanto es necesario e importante averiguar de manera previa las dosis recomendadas para cada persona.

Los síntomas de la intoxicación pueden ser desde dolores de cabeza o de estómago, vómitos o diarreas. Si la intoxicación es más severa podría ocasionar alucinaciones y paro cardiorrespiratorio. La ingesta en exceso también puede provocar una sensación de anestesia en alguna parte del cuerpo.

La aplicación del aceite esencial de la lavanda sobre la piel puede provocar reacciones alérgicas, en especial en las personas más sensibles a los componentes de esta planta.

En caso de mujeres que se encuentran embarazadas el consumo de los aceites esenciales puede ocasionar problemas de diversa índole, por lo cual no se recomienda su ingesta, así como tampoco en la etapa de lactancia.