Glucógeno

El glucógeno es el nombre con el que se denomina a la principal forma de almacenamiento de los hidratos de carbono ingeridos en la comida. Se utiliza como combustible para generar energía, tanto para la contracción muscular, como para todas las funciones que debe realizar el cuerpo para mantener su equilibrio interno.

Las reservas de glucógeno se encuentran en el hígado y en el músculo estriado. Luego de 12 a 18 horas de ayuno, el glucógeno hepático se agota. En cambio, el glucógeno muscular disminuye su reserva cuando se realiza ejercicio físico.

¿Para qué sirve?

El glucógeno tiene muchas funciones, entre las principales está la de servir como combustible para sintetizar moléculas de ATP. Cuando el músculo se contrae, utiliza al ATP como energía para el movimiento, de esta manera el ejercicio permite quemar calorías provenientes de los alimentos ingeridos.

Las reservas de glucógeno son limitadas, y en una actividad física intensa son el principal combustible. Cuando se acaban, las grasas pasan a ser la primordial fuente de energía para el ejercicio físico.

Esa es la razón por la que en los programas de descenso de peso, se sugiere ejercitarse aeróbicamente más de 20 minutos, para dar paso a las grasas como energía para la actividad.

Los maratonistas y atletas de larga distancia, usualmente realizan una dieta rica en hidratos de carbono, con el objeto de aumentar las reservas totales de glucógeno para ser utilizadas en el deporte.