La cúrcuma se viene usando desde la medicina ayurvédica como un gran aliado para la salud en todo sentido. Y, su principal uso, suele estar relacionado directamente con la gran capacidad que tiene la curcumina (su sustancia activa) de reducir las inflamaciones. Es por esta razón que se emplea directamente para tratar problemas articulares, en donde esta clase de hinchazones suele actuar directamente sobre el foco del dolor.
Según casos de estudios que se han reportado, la cúrcuma, en su formato de extracto, ayudó a combatir problemas óseos tan graves como lo son la fibromialgia o la artritis reumatoide. Las investigaciones no han dejado de avanzar al respecto y son muchos los que avalan las geniales propiedades que tiene esta especia. Podría decirse, en este caso, que la medicina occidental no hizo más que confirmar las viejas tradiciones medicinales de la antigua India.
Si bien en polvo, como se la emplea para condimentar platos, tiene valor, es en su formato de comprimidos o extracto como mejor funciona a la hora de proteger las articulaciones y reducir las inflamaciones que las afectan. No dudes en consultar a tu médico para ver si puedes usar cúrcuma como complemento en tu tratamiento contra esta clase de problemas óseos.