Cultivo de salvia

La salvia o savia, cuyo nombre científico es Salvia officinalis, es una planta muy conocida en gran parte del mundo, ya sea por sus propiedades medicinales, sus características aromáticas o por su uso como planta ornamental. La salvia es originaria de las zonas mediterráneas, por lo cual éste es el mejor clima para cultivarla.

Sin embargo, esta planta presenta una gran adaptabilidad, permitiendo ser criada en variadas condiciones climáticas. Una de las pocas limitantes para el cultivo de la salvia son las zonas en que los inviernos presentan temperaturas muy extremas.

La salvia no es muy exigente en cuanto al tipo de suelo, los prefiere bien sueltos. Esta planta crece habitualmente en terrenos secos.  Es muy importante plantar esta especie en lugares que reciban una gran cantidad de radiación solar.

La salvia puede reproducirse por semillas o propagarse por división de plantas. Si se realiza por semillas, lo idea es cultivarla, en primera instancia, en maceteros, de esta forma podemos protegerla de mejor manera en la etapa de germinación. La fecha ideal para sembrar las semillas es durante las últimas semanas del invierno.

Cuando las plantas alcancen los 15 centímetros de altura se encuentran en buena forma para ser transplantadas a la tierra definitiva. Si se cultivan varios individuos de salvia, es necesario dejar un espacio entre ellos de al menos 25 centímetros. Si el cultivo se realiza en varias hileras, se debe dejar un espacio entre cada una de ellas de 70 centímetros.