El haba no es una especie que requiera de mucha luminosidad para su cultivo, debido a esto y a sus requerimientos climáticos, se adapta de muy buena forma al cultivo en montaña.
El haba, cuyo nombre científico es Vicia faba, se adapta muy bien a la mayoría de las condiciones de suelo. Sin embargo, prefiere que estos sean arcillosos y que posean un muy buen drenaje.
Si se posee un pequeño huerto, se recomienda plantar el haba, u otra especie de la familia de las Leguminosas (Fabaceae) debido a su característica de fijar nitrógeno atmosférico. Esta planta es ideal para realizar rotación de cultivo, ya que le asigna una mayor fertilidad a los suelos donde es cultivada.
Debido a lo anterior, no se hace tan necesario abonar el suelo de manera posterior a la siembra y cosecha de esta especie. Los residuos vegetales del haba, ricos en nitrógeno, pueden ser utilizados para fertilizar la tierra, sólo basta con triturarlos y mezclarlos en el suelo.