Por el contrario, no se desarrolla adecuadamente en lugares donde se presenten heladas, con temperaturas inferiores a los 0 grados Celsius.
La berenjena, cuyo nombre científico es Solanum melongena, crece de manera óptima en zonas donde la humedad relativa fluctúa entre el 50% y 60%. Con mayor humedad, el cultivo se torna más vulnerable de ser afectado por plagas y además, las flores no crecen de buena forma, perjudicando el desarrollo de los frutos.
Se recomienda ubicar el cultivo de la berenjena en sectores que reciban abundante radiación solar, ya que esta especie necesita de 10 a 12 horas diarias de luminosidad para que se desarrolle de buena forma.
La berenjena es poco exigente en cuanto al tipo de suelo en donde será cultivada. Esta planta posee un gran desarrollo a nivel radicular, por esto es necesario que los suelos sean profundos.
Esta planta puede superar los 3 metros de altitud, por lo tanto es necesario proveer de un lugar bien grande y espacioso para su cultivo.
