El espárrago, conocido científicamente como Asparagus officinalis, requiere de temperaturas que oscilen entre los 20 y 26 grados Celsius para el crecimiento vegetativo. Temperaturas inferiores a los 15 grados Celsius durante esta etapa paralizan el crecimiento de la planta.
De los espárragos se consumen los turiones, los cuales son estructuras que darán origen a futuros tallos aéreos de la planta. Las temperaturas ideales para el desarrollo de los turiones deben encantarse entre los 10 y 14 grados Celsius.
El suelo donde será cultivado el espárrago debe tener un excelente drenaje, ya que no tolera la humedad excesiva, pues sus raíces y tallos subterráneos pueden verse afectados negativamente.
El cultivo de espárragos puede iniciarse con la siembra de semillas, de esta forma la primera cosecha se obtendrá a los 2 años después de sembradas las semillas.
Otra forma de cultivar el espárrago es sembrar las garras, las cuales corresponden a las raíces y yemas de esta planta. De esta forma la primera cosecha se podrá realizar al cabo de un año de plantadas las garras.