Cultivo de árnica

El cultivo de la planta de árnica o tabaco de montaña, cuyo nombre científico es Arnica montana,  es sumamente complicado debido a que esta planta requiere de suelos ricos en sílice, que presenten constantemente una humedad elevada y además, es necesario que el lugar donde se desarrolle el cultivo, tenga una fuerte exposición al sol. 

La planta de árnica es una especie que crece sobre los 600 metros de altitud. Existen dos métodos de reproducción de esta planta, uno de ellos es mediante la siembra de las semillas de árnica y el otro corresponde al método de reproducción mediante la plantación de rizomas (tallos subterráneos). Lo más aconsejable es reproducir esta especie a partir de rizomas, ya que el poder de germinación de la semilla es bajo y además, cuesta darle las condiciones que necesita para su desarrollo.

Si el proceso de cultivo se desarrollara mediante la reproducción de semillas, lo ideal es sembrarlas en primera instancia en almácigos, preferentemente durante los meses de otoño. El transplante de los individuos de árnica a la tierra definitiva debe realizarse concluyendo el invierno. Lo aconsejable es dejar una separación de unos 25 centímetros en cada individuo de árnica, y si se plantan en más de una hilera, lo ideal es separarlas por al menos unos 40 centímetros.