Cultiva brotes de amaranto, una delicia para el paladar
El amaranto es un grano típicamente andino, muy presente en la alimentación de las culturas mayas, incas y aztecas. Pertenece a una planta del género Amarhantus y si bien no es un cereal propiamente dicho, es considerado por los nutricionistas un superalimento. Actualmente, es cultivado en la región andina de varios países latinoamericanos, en especial en Ecuador, Bolivia, Perú y Argentina. Descubre cómo puedes beneficiar a tu organismo con sus brotes…
Es una planta que ama las alturas ya que se cultiva óptimamente entre los 2500 y 4000 metros de altitud, dentro de unas condiciones climáticas muy especiales. ¿Por qué deberías cultivar brotes de amaranto? La respuesta es muy sencilla, toma nota:
- Diferentes estudios de nutrición, aseguran que con 150 gramos al día de amaranto, están contemplados los requerimientos diarios aconsejados de hierro y magnesio. Además, contiene el doble de calcio que un vaso de leche.
- Es poseedor de un alto contenido proteico: las semillas de amaranto tostado pueden satisfacer gran parte de la ración diaria recomendada de para niños y también pueden proveer aproximadamente el 70 % de energía de su dieta.
- Es rico en ácido fólico y en vitaminas A, B, C, B1, B2 y B3.
- Posee abundante lisina: un aminoácido esencial que está en baja proporción en los demás cereales. El amaranto tiene el doble de lisina que el trigo, el triple que el maíz y tanta lisina como la que se encuentra en la leche.
Al ser un alimento tan nutritivo, por supuesto que también posee grandes propiedades y beneficios para la salud, de los cuáles puedes verte favorecid@ con su consumo cotidiano. ¿Quieres conocerlos? Beneficios medicinales:
- Es muy eficiente en el control de la diarrea.
- Ayuda en la prevención del cáncer de colon.
- Es bueno controlando el colesterol.
- Previene y ayuda en el control de la osteoporosis.
- Evita el estreñimiento y la diverticulosis.
- Es muy bueno para prevenir la insuficiencia renal y la insuficiencia hepática.
- Ayuda a controlar la presión arterial.
- Se recomienda su consumo en personas celíacas y que sufren de obesidad.
- También es muy apreciado en las dietas para enfermos con problemas bucodentomaxilares, de desnutrición y oncológicos.
- Los nutricionistas lo recomiendan como el alimento ideal para formar parte de dietas hiperenergéticas e hiperproteicas.
Cómo puedes cultivar sus brotes Debes de tener a mano los siguientes ingredientes:
- Granos de amaranto
- Agua
- Un recipiente limpio y desinfectado
Para la preparación de los brotes, sigue los siguientes pasos:
- Lava los granos de amaranto y ve descartando los que estén partidos o rotos.
- Ponlos en remojo de 4 a 6 horas en un frasco de vidrio de boca ancha.
- Enjuaga y descarta el exceso de agua.
- Cubre con un tul o malla fina la boca del frasco a la que puedes sostener con una banda elástica. Esto evitará el ingreso de insectos y te facilitará la tarea el de remojo y enjuague.
- Debes humedecer los brotes dos o tres veces al día. Para ello, vierte abundante agua limpia en el interior del frasco, remueve y luego escurre con el frasco invertido, en posición inclinada. Cuida que las semillas queden húmedas, pero no en exceso si no correrás el riesgo de que se pudran.
- También debes de verificar que siempre haya suficiente ventilación en el interior del frasco para evitar hongos y bacterias.
- Los brotes están listos para ser consumidos cuando hayan superado duplicado o triplicado su tamaño original.
Cómo puedes incorporar los brotes a tu dieta diaria Hay múltiples formas de consumirlos, pero las formas más populares son agregarlos en ensaladas, sopas, guisos, rellenos para tartas, quiches, licuados y jugos. Cuáles son las ventajas de cultivar tus propios brotes Básicamente son dos:
- Te aseguras de llevar a tu mesa un alimento sano, orgánico y libre de pesticidas.
- Ahorras dinero.
Nada mal, ¿verdad? Entonces ¡qué estás esperando para prepararlos!
