Toxicidad del árnica

La planta de árnica o tabaco de montaña contiene dentro del aceite esencial que posee, una toxina llamada helenalina. Esta sustancia puede llegar a ser venenosa si es consumida en grandes cantidades. Por lo tanto, no debe ingerirse altas dosis del aceite esencial de esta planta, y cualquier consumo del mismo debe estar indicado por un médico.

Los efectos tóxicos producidos por esta toxina que pueden aparecer son vómitos y dolores de cabeza. También es posible que actúe alterando el sistema digestivo con fuertes dolores estomacales y la aparición de diarreas. Si se consumen cantidades mayores a 2 o 3 cucharadas de este aceite, podría ocasionar un paro cardiorrespiratorio. La ingesta del aceite esencial en mujeres embarazadas puede causar abortos espontáneos.

El aceite esencial de árnica se obtiene mediante el uso de soluciones alcohólicas, por lo tanto no es recomendable que personas con problemas de alcoholismo lo consuman. Debido a esto, sólo es recomendable utilizar la planta de árnica en aplicaciones externas. Sin embargo, la aplicación de este aceite esencial sobre heridas abiertas podría ocasionar reacciones alérgicas fuertes, que se manifestarían a través de dermatitis con la aparición de erupciones en la piel.