Ninguna de las variedades
La lechuga tiene propiedades medicinales diuréticas, debido a esto sirve para tratar varias enfermedades. Sin embargo, el consumo en grandes cantidades de los preparados naturales de esta planta puede provocar un descenso de los niveles de potasio en el organismo.
Una disminución importante de los niveles de potasio puede provocar constantes sensaciones de decaimiento. Además, las personas con baja cantidad de potasio padecen de debilidad muscular y en determinadas circunstancias dolores estomacales con presencia de náuseas y vómitos.
La lechuga tiene propiedades sedantes, debido a esto no es recomendable consumirla en altas dosis, ya sea en infusiones, remedios naturales o como ensalada, por aquellas personas que deben realizar actividades que requieran de un gran esfuerzo físico y mental, ya que pueden manifestar un descenso del rendimiento.
No existe evidencia de que la lechuga cause efectos adversos en las mujeres embarazadas o en las que se encuentran en la lactancia, por lo que su consumo no reviste ningún problema para las mujeres que se encuentran en esta condición.