No existen reportes de casos de intoxicación por el consumo de esta planta, por lo cual se puede ingerir sin problemas. Sin embargo, se recomienda evitar el consumo de las flores de la achicoria, debido principalmente a la cantidad de polen que poseen, pudiendo ocasionar algún tipo de reacción alérgica.
La planta de la achicoria posee propiedades diuréticas, por lo que puede ser consumida para tratar cálculos renales. Para ello, se utilizan principalmente infusiones de las hojas de esta planta. Sin embargo, se recomienda abstenerse del consumo de la raíz con estos fines, ya que posee una alta concentración de ácidos y oxalatos que tienden a favorecer la aparición de cálculos renales.