Hola José! En primer lugar, es pertinente hacer una diferenciación: tisana e infusión no son lo mismo, aunque suelen llamársele de igual forma. O, mucho más común todavía, es probable que se les diga lisa y llanamente «té» a cualquiera de estas, cuando lo correcto es apelar así a las infusiones que proceden de la planta Camellia Sinensis.
Cuando se prepara una infusión, el agua no llegar a hervir y el tiempo de reposo, generalmente, varía entre los 3 y los 5 minutos. Luego se cuela y se consume. Un té verde es un clásico caso de infusión. De todas formas, puede variar su período de descanso en agua en base a la concentración que quieras, siempre sin exagerar.
En el caso de las tisanas, el agua sí llega a hervir y el tiempo de hervor, tanto como el de reposo puede ser más elevado. Allí entran los dos casos que planteas: el de la manzanilla y el de la hierbabuena. En cada uno de los enlaces, podrás ver la receta puntual de cada una de ellas. También, puedes aumentar un poco las cantidades si las quieres más concentradas.