La vainilla, aunque no lo parezca, es producto de una orquídea. Justamente, es una cápsula que se genera dentro de esta flor es lo que finalmente terminas consumiendo como vaina de vainilla.
Al ser una orquídea, una de las flores más costosas y que más cuidados requieren, es que el producto final suele ser tan costoso. Es que, justamente, su recolección y cultivo es sumamente cuidadosa y no se da en cualquier parte del mundo.
Es un producto de origen latinoamericano que requiere de un clima más bien tropical.
Realmente sería un milagro que consigas desarrollar la especie de orquídea que justo se necesita para la vainilla en tu hogar, en cualquier parte del mundo y con cuidados básicos. Pero es cuestión de intentarlo. Su nombre científico es Vanilla planifolia. Si prefieres ir por lo fácil, simplemente consigue una buena vaina de vainilla o un extracto decente.
Sin ningún lugar a dudas, la vainilla es una de las especias de cocina más populares que existen. Si bien lo más probable es que se consuma a través de extractos procesados, que los hay de buena calidad, nada se compara a la sensación de emplear una buena vaina de vainilla natural en algún postre o dulce de la clase que sea.
Su aroma único, su perfume seductor y embriagador, su sutileza la harán algo completamente diferencial en la preparación que sea.
La vainilla es considerada una especia ideal para la relajación, para combatir el estrés, para lograr la calma. Es que el sólo hecho de olerla ya despierta sensaciones que jamás podrían ser malas. Así es como se puede consumir en infusiones o en cualquier tipo de preparación para lograr ese efecto sedante y tranquilizante que tiene.
Por otra parte, también es estima que tiene propiedades diuréticas y que puede llegar a ser un excelente tónico, tanto digestivo como aperitivo. Pero, sin ningún lugar a dudas, su capacidad aromatizante va por encima de todas ellas.