El té es un árbol que puede alcanzar los 9 metros de altura, sin embargo, si se cultiva con la finalidad de recolectar sus hojas es importante podarlo con frecuencia y cultivarlo como un arbusto. Lo anterior se realiza para poder acceder a la totalidad del árbol y así aprovechar mejor sus hojas.
La multiplicación del té puede realizarse mediante semillas o reproducción vegetativa (esquejes). Lo ideal es sembrar las semillas o ramitas del té en maceteros y mantenerlos dentro de un invernadero. Al cabo de 2 años y medio, si es que se sembró a partir de semillas, y 1 año y medio si fue por esquejes se puede transplantar a la tierra definitiva.
A los 4 o 5 años, el árbol estará en condiciones de producir una abundante cantidad de hojas. Si se realiza un buen cuidado puede vivir por mucho tiempo, más de 100 años en algunos casos.