Cultivo de valeriana

La valeriana, cuyo nombre científico es Valeriana officinalis, es una planta nativa de Europa y algunas zonas de Asia. Habitualmente se encuentra en lugares húmedos, como en las riberas de los ríos, en bosques que presentan una elevada precipitación y zonas de pre-cordillera.

La planta de la valeriana puede reproducirse a través de la siembra de semillas y también multiplicarse mediante el transplante de rizomas (tallos subterráneos). Si se realiza la siembra por semillas es importante considerar que esta planta demorará dos años en completar su ciclo reproductivo, en cambio si se realiza el transplante de rizoma puede que al cabo de un año se puedan recolectar las raíces.

La valeriana es una planta grande, que puede superar fácilmente los 100 centímetros de altura. Esta planta se propaga rápidamente. Debido a estas consideraciones es muy importante seleccionar de buena forma el lugar donde se realizara el cultivo. Este lugar debe ser bien espacioso, preferentemente con abundante sombra y humedad.

Es recomendable dejar una distancia de al menos 40 centímetros entre cada individuo de valeriana plantado y de 70 centímetros entre cada hilera (surco) de plantas de valeriana.

La valeriana necesita de abundante humedad para desarrollarse. Debido a lo anterior es importante propiciarle una gran cantidad de agua mediante el riego, si las condiciones naturales en donde se cultiva no son muy húmedas.

Es importante saber que los aceites esenciales de la valeriana se concentran en la raíz. Por lo cual este es el órgano de la planta que esperamos cosechar y recolectar. Para que la raíz se desarrolle de mejor forma es aconsejable cortar las flores de la valeriana cuando aparezcan. De esta forma la raíz tendrá mas fuerzas para desarrollarse.

La recolección de la raíz se realiza al segundo año de plantación. La raíz debe desecarse a menos de 35 grados Celsius.