Cultivo de pera

El cultivo del peral o árbol de pera, se desarrolla de excelente manera en los climas templados, ya que requiere de varias horas de frío durante el invierno para que su crecimiento sea óptimo. El peral necesita más de 1000 horas con temperaturas inferiores a los 10 grados Celsius para desarrollarse de excelente manera.

Debido a esto, debe ser cultivado en zonas donde el invierno presente bajas temperaturas. El peral puede resistir mínimas extremas cercanas a los – 20 grados Celsius.

Este árbol, denominado cientificamente como Pyrus communis, es muy exigente en cuanto a las condiciones del suelo. Sólo crece de buena forma en suelos limosos y arcillos. Además, deben encontrarse sueltos y tener un buen drenaje, ya que no tolera el agua acumulada en el suelo.

Sin embargo, el peral necesita de un riego o de precipitaciones abundantes, ya que tampoco soporta las condiciones secas.

Este árbol se reproduce a partir de semillas y se multiplica por esquejes. Los cultivos a gran escala prefieren la multiplicación por esquejes, ya que de esta forma se obtienen clones de árboles que presentan buenas características para su cultivo.

Es importante que el lugar donde será plantado el peral sea espacioso, ya que este árbol puede crecer hasta alcanzar alturas superiores a los 20 metros. Además el suelo debe ser profundo, puesto que su sistema radicular es grande.