Cultivo de amapola

La planta de amapola, conocida también como ababol, crece de excelente manera en climas cálidos. Es una planta que necesita de abundante luminosidad y temperatura para desarrollarse de buena forma. El cultivo de la amapola, cuyo nombre científico es Papaver rhoeas, debe realizarse en zonas donde llegue la luz del sol durante la mayor parte del día.

Esta planta es muy demandante de la luminosidad, por lo tanto, mientras más energía solar reciba, de mejor manera se desarrollará el cultivo.

La amapola no presenta grandes requerimientos en cuanto al tipo de  suelo en donde se cultivará. Por el contrario, prefiere los suelos secos y con escasa materia orgánica disponible, por lo cual, no es necesario abonar el suelo en donde se realizará la siembra de esta planta.

No se debe asignar un riego muy intenso a la amapola. Lo ideal es que se riegue cada 2 o 3 días, siempre y cuando, el suelo se encuentre seco, esto se debe a que la amapola no tolera de buena forma la humedad en exceso.

La amapola se reproduce a partir de semillas, la fecha ideal para el cultivo de esta planta es a principios de la primavera. Las semillas de la amapola tienen un alto porcentaje de germinación, por lo tanto, es relativamente fácil iniciar el cultivo de esta planta.