Cultiva quinoa en tu huerto
La quinoa es un alimento muy nutritivo, rico en vitaminas, minerales, proteínas y con un alto contenido en omega 3. También posee varias propiedades medicinales. Dos razones más que suficientes para que te decidas a tener unas plantas en tu huerto. Te darán poco trabajo y te brindarán muchos beneficios.
La quínoa, es uno de los granos más importantes provenientes de los Andes. Se cultiva desde antes de la época del Imperio inca, hace 6000 años atrás.
Técnicamente es la semilla de una planta, aunque es considerada un grano. Pertenece a la familia de las quenopodiáceas, como las espinacas pero se compara con los cereales por su composición y su forma de consumirla.
Sus semillas son ricas en proteína lo que hace que sea un grano muy nutritivo. La proteína que posee se considera una proteína «completa», una rareza en el mundo de las plantas. Además, está libre de gluten, lo cual la convierte en un alimento popular entre los veganos y vegetarianos.
La quínoa es rica en vitaminas del complejo B, vitamina C, E, tiamina riboflavina. Además, posee alto contenido en minerales, tales como fósforo, potasio, magnesio y calcio.
Su sabor es agradable y de textura suave y se presta para numerosos usos. En general, se la utiliza de la misma forma que el arroz.
¿Por qué sería bueno que tengas quínoa en tu huerto?
- Porque es fácil de cultivar.
- Porque es un alimento muy nutritivo.
- Porque posee varias propiedades medicinales.
Usos medicinales del la quínoa
- Es buena para mantener el colesterol en niveles bajos.
- Es recomendable consumirla en dietas para bajar de peso.
- Es muy efectiva para la hipertensión.
- Presta gran ayuda en la diabetes.
- Tiene gran poder desinflamatorio.
- Es buen cicatrizante.
- Es de gran ayuda en caso de insomnio y estrés.
¿Quieres cultivarla?
Ten en cuenta estos consejos y la tarea será un éxito:
- Es una planta que prefiere el clima fresco y templado. En el verano debes cuidarla del excesivo calor.
- Necesita de suelo suelto, poroso, aireado y apto para almacenar humedad.
- El abono orgánico que puedes darle es con estiércol de ganado o con compost orgánico vegetal.
- El riego que necesita es poco. Puede tolerar y resistir la falta de humedad del suelo.
- Necesita pleno sol para su óptimo crecimiento.
- A la hora de sembrarla, lo harás directamente en la tierra, esto generalmente se hace en una siembra temprana de primavera, después de la última helada.
- Trabaja el suelo de antemano para aflojar la tierra y para matar las malezas que haya. La quínoa crece lentamente y puede tener problemas por competir con las malas hierbas que son de crecimiento rápido.
- Planta las semillas en surcos, poniéndolas a no más de 1 centímetro de profundidad. Las plantas adultas deben de tener entre 20 a 30 centímetros de distancia entre ellas.
- Si hay más de un brote, deberás realizar un raleo.
- Las semillas están recubiertas con una sustancia amarga llamada saponina que por lo general, aleja a las aves u otras plagas que quieran comer las semillas en desarrollo. Las hojas en cambio, son más vulnerables a los insectos como pulgones y escarabajos.
- Sabrás cuándo tu quínoa está lista para cosechar cuando las hojas se hayan caído y en las plantas solo queden las cabezas de semillas solo en el tallo.
- Luego de cosechadas las semillas, déjalas secar en un lugar cerrado pero aireado.
Si quieres almacenar las semillas, deberás guardarlas recipientes cerrados, lejos de cualquier luz y en lugares frescos. Pueden durar 6 meses o más sin ninguna ayuda adicional.
¡Listo! ya tienes todas las claves para cultivar tus semillas de quínoa y poder llevar a tu mesa un alimento sano y nutritivo.
