Esto se debe principalmente al contenido de un estimulante del mismo tipo que la cafeína, pero que al estar presente en todas las clases de té se lo llama directamente teína.
La teína que posee el té rojo es un alcaloide que estimula el sistema nervioso central, pero que también produce un aumento en el ritmo cardíaco y que puede derivar en una taquicardia. Por esta razón es que los hipertensos no deberían consumir pu-erh.
De todos modos, la concentración de teína en el té rojo es mucho menor que la que se encuentra, por ejemplo, en una taza de café. Pero para que no queden dudas al respecto, lo ideal es consultar al médico si para determinada situación de salud se puede consumir o no.
No hay que descartar algunos sustitutos. Un buen reemplazo es el rooibos, una planta de origen africano que tiene similar sabor y propiedades, pero que no contiene teína.