Al no tener cafeína, el rooibos no representa riesgos para niños, personas nerviosas, hipertensos o mujeres embarazadas o en período de lactancia. Sólo quizás hay que tener moderación al consumirlo durante el embarazo.
A su vez, al no contener prácticamente taninos, puede ser consumido sin ningún tipo de problemas por personas que sufren de estreñimiento o anemia. Es que, al contrario del té, no dificultará la correcta absorción del hierro.
A pesar de estas razones expuestas, si tuvieras dudas acerca del consumo del rooibos, no dudes en consultar a tu especialista médico.