¿Recuerdas cuando eras chico y te hacían comer escarola? Seguramente sus hojas te parecían duras y amargas, para nada agradables. Pero bueno, como tantas otras cosas de la vida, la escarola es un gusto adquirido. Una vez que le tomas el punto, seguramente no podrás dejarla por el resto de tu vida. Razones no faltan.
Su sabor particular, su garantizada presencia en cualquier ensalada, sus propiedades medicinales y también que puede plantarse en casa son alicientes que no vienen para nada mal a la hora de sopesar la posibilidad de cultivarla. Este artículo te dará algunos tips para poder cultivarla sin ninguna clase de inconvenientes.
¿Cómo se puede cultivar la escarola en casa?
¿Cuáles son sus propiedades medicinales?
Al ser de la familia de las endivias y de la achicoria, tiene algo que ver también con ellas en sus propiedades. Así es como se la considera buena para la digestión (como casi todos los vegetales que tienen sabor amargo). Debido a su contenido de ácido fólico (vitamina B9) es considerada buena para el embarazo. También es considerada diurética y depurativa. Incluso también puede llegar a resultar positiva para combatir el colesterol y para estimular la función hepática, entre muchas otras cosas más.
La escarola tiene calcio, potasio, muy pocas calorías (17 por cada 100 gramos, más fibra y vitamina B y K, entre muchos otros nutrientes generales.
¿Cómo se puede utilizar?
Sin duda alguna, la mejor idea que puedes poner en práctica para preparar las escarolas es la de disfrutarlas en una riquísima ensalada. Se mezclan muy bien con otras hojas verdes como la espinaca, la radicheta, la rúcula o la lechuga morada. Y si las condimentas con una vinagreta con vinagre balsámico, mostaza y aceite de oliva, ni te cuento. También puedes animarte e incluirla sin ninguna clase de problemas en un nutritivo batido verde, con frutas y otros vegetales de su mismo color.
