Toxicidad de la amapola

La planta de amapola, también conocida como ababol, carece de toxicidad, si es ingerida de manera natural y en dosis adecuadas. Sin embargo, la ingesta de sus aceites esenciales o un consumo en altas cantidades de los preparados naturales puede provocar efectos adversos.

La amapola, conocida científicamente como Papaver rhoeas, tiene propiedades sedantes, por lo cual no debe ser ingerido en grandes cantidades por aquellas personas que se encuentran sometidas a actividades muy intensas, ya que puede disminuir su rendimiento.

Por otra parte, el consumo de los aceites esenciales de esta planta en dosis elevadas, puede provocar fuertes dolores estomacales. Estos dolores pueden estar acompañados de diarrea.

No se recomienda administrar preparados en base a esta planta a los niños menores, salvo estricta indicación médica, ya que pueden ser más susceptibles de verse afectados negativamente.

Las mujeres que se encuentran embarazadas o en el período de lactancia deben abstenerse de tomar preparados naturales de amapola o beber sus aceites esenciales, ya que no existe evidencia de que sean totalmente inofensivos para las mujeres que se encuentren en estas condiciones.