Té de calabacín

El fruto del calabacín posee varias aplicaciones medicinales, además de un importante uso con fines alimentarios. Sin embargo, se olvida la importancia que tienen las hojas de esta planta. Es en estas hojas donde se encuentran reunidas una gran cantidad de sustancias que pueden ayudarnos a mejorar ciertas enfermedades.

Las hojas del calabacín, cuyo nombre científico es Cucurbita pepo, son excelentes para realizar infusiones curativas. Para la preparación del té de esta planta es necesario contar con 50 gramos de hojas desecadas, un litro de agua y miel, si es que se desea endulzar.

La preparación consiste en hervir el litro de agua, en conjunto con las hojas secas del calabacín, durante 5 minutos. Luego de transcurrido este tiempo, es necesario dejar reposar la infusión por otros 5 minutos. Luego la infusión debe ser colada y agregar miel, si es que así lo desea.

El consumo de la infusión de hojas de calabacín, también conocido como calabacita, zapallito o zapallo italiano es excelente para reducir la temperatura corporal, ya que posee propiedades antipiréticas.

Esta misma infusión es muy aconsejable de ingerir para tratar casos de espasmos estomacales y diarreas, ya que posee propiedades antiespasmódicas. Puede ser utilizada tanto en niños como en adultos.