Ingredientes:
Preparación:
Coloca a calentar en una cacerola la suficiente cantidad de agua como para que entre en un barreño o balde donde luego sumergirás tu pies; es decir, unos cuatro o cinco litros. No la pongas demasiado caliente: te quemarás. Posteriormente, añade una buena ración de flores de lavanda y manzanilla (o gotas de aceites esenciales) y unas cucharadas de sal gruesa. Deja descansar tus pies hinchados y doloridos durante el tiempo que creas necesario.
No sería para nada raro que este truco funcione. La lavanda es una de las plantas para el dolor de pies más indicadas. Por su parte, la manzanilla tiene una gran acción desinflamante, resultando a su vez bastante sedante y analgésica en este tipo de circunstancias.