La linaza, al igual que muchas otras semillas, cuenta con una buenísima cantidad de fibras solubles, por lo cual suele gelificarse al entrar en contacto con el agua en determinadas circunstancias. Muchas personas preparan un gel hirviendo 250 gramos de estas semillas con medio litro de agua y usando el líquido resultante (una vez frío) para darle brillo y fortalecer el cabello.
Dado su importante valor nutricional, se estima que la linaza podría ser muy buena (más allá de su uso externo) para darle vigor al pelo e incluso evitar su caída. Muchos consumen su aceite o incorporan a su alimentación diaria las semillas molidas o en su forma natural.
Ya sea para dar brillo y quitarle sequedad al pelo o para fortalecer su crecimiento, la linaza puede dar significativos aportes. Como uso externo (en gel o agua resultante de sus semillas) como en su consumo interno (aceite, semillas molidas), nunca está de más tenerlas en cuenta.