Cultivo de olmo

El cultivo de olmo, también conocido como negrillo o álamo negro, se puede realizar de buena forma en los climas templados y mediterráneos. Este árbol crece desde el nivel del mar hasta los 1500 metros de altitud. El olmo, conocido científicamente como Ulmus carpinifolia, es un árbol de grandes dimensiones, pudiendo alcanzar alturas superiores a los 30 metros.

Por otra parte, el follaje de este árbol es muy denso, debido a esto provee de una excelente sombra. Estas características son muy importantes de considerar antes de plantar el olmo, ya que es necesario contar de un gran espacio y estar al tanto de la altura que alcanzará y de la sombra que proyectará.

Por otra parte, las raíces del olmo son grandes y muy fuertes, por lo tanto no es aconsejable plantarlo cerca de alguna construcción, ya que podrían afectar estas estructuras.

Este árbol se reproduce a partir de semillas, siendo la época ideal para su siembra las primeras semanas de la primavera. Es aconsejable sacar las semillas, cuando están maduras pero aún se encuentran en el árbol, de esta forma tienen una mayor probabilidad de éxito en la germinación.

El olmo no crece de buena forma en zonas donde las temperaturas son muy extremas, y las precipitaciones son mayores a los 600 milímetros de agua caída al año. En los primeros años de desarrollo es necesario brindarle mayores cuidados, como protegerlo de las heladas o de las precipitaciones intensas, al igual que asignarle un mayor riego en la estación seca.