Cultivo de la alcachofa

El cultivo de la planta de la alcachofa -tambien conocida como alcaucil- se desarrolla de excelente manera en las zonas que presentan climas mediterráneos. Siendo Italia y España los países con mayor cantidad de toneladas de alcachofa producidas, aunque actualmente se planta en diversas partes del mundo sin problema alguno.

La planta de la alcachofa, conocida científicamente como Cynara scolymus, es una planta que se cultiva durante las estaciones de otoño e invierno. Las temperaturas ideales para el cultivo de esta planta deben oscilar entre los 18 y 22 grados Celsius durante el día y entre 10 y 12 grados Celsius durante la noche.

Esta especie no tolera de buena forma las heladas intensas, temperaturas por debajo de los – 4 grados Celsius pueden afectar de forma significativa al cultivo, incluso generar perdidas totales.

La alcachofa es una planta bastante grande, sus hojas pueden llegar a medir 90 centímetros. Por lo tanto, es importante seleccionar adecuadamente el lugar donde será cultivada.

Si se realiza un cultivo de varios individuos de alcachofa es necesario dejar una separación de al menos 70 centímetros entre cada uno de ellos. El suelo donde será cultivada esta planta debe ser profundo e idealmente estar poco compactado.

El cultivo de la alcachofa puede realizarse mediante la siembra de semillas, sin embargo, este procedimiento no es muy utilizado, debido a que se demora más tiempo en el desarrollo. El método ideal para la reproducción de la alcachofa es mediante la siembra de los “hijitos” de esta planta, esta forma consiste en extraer una parte de la raíz con hojas de una planta adulta y hacer que crezca en viveros.