Cómo cultivar espinaca en casa
¿Te gustaría poder cultivar espinaca orgánica en tu propio hogar? Esto es algo completamente posible y podrás conseguirlo si sigues los sencillos trucos que conocerás en esta nota. Una planta muy útil y nutritiva que, además, da poco trabajo. ¡No te pierdas estos consejos de cultivo!
La espinaca es fuente de vitamina K, B C y E, es rica en minerales, en fibra y, como toda hoja verde, tiene muchos nutrientes y muy pocas calorías. Sabido esto es bueno conocer también que es de fácil cultivo y puede ser una buena planta para iniciar tu propia huerta orgánica..
Estos son algunos consejos para cultivar espinacas en tu propio hogar:
- La espinaca crece en tierra húmeda y con alto contenido de compost, es decir residuos orgánicos. Exige suelos fértiles, con buen drenaje y de una profundidad mínima de 15 centímetros, esto quiere decir que puede ser cultivada en macetas, pero grandes. En caso de cultivarlas en un huerto, la distancia entre plantas debe ser de unos 15 centímetros y entre líneas de cultivo unos 30. Así tendrá espacio para crecer sin ninguna complicación. No crecerá en suelos ácidos, no lo tolera.
- Es recomendable cultivarla en primavera para que no pase por los calores fuertes del verano, por lo cual su cultivo puede extenderse hasta el invierno. Esta planta soporta climas fríos, crecerá más deliciosa y agradable al paladar, sin el amargor que caracteriza a la espinaca crecida en verano.
- Es una planta que gusta de la sombra, si bien puede estar al sol, pero en invierno cuando el sol no es muy fuerte. Así que es preferente que ubiques la espinaca en un espacio que de la sombra y aproveches el sol para poner otra planta que sí lo necesite.
- Lo interesante de la espinaca es que es ideal para macetero, ya que crece saludablemente si se aplica bastante compost, pero principalmente por el sistema de recolección. Puedes ir arrancando las hojas más grandes de la platanta y dejar que crezcan las de menor tamaño, así la aprovecharás al máximo.
- Otro truco que puede ser de gran ayuda es que sembrar las semillas en desfases; es decir, algunas una semana, otras en otra y así, para tener una fuente contínua de esta planta a tu disposición.
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