Su preparación más habitual consiste en extraer una hoja de la planta del aloe vera, a la cual es necesario despojarla de la capa externa que la protege, dejando tan sólo la pulpa interna. Luego es necesario cortar esta hoja en trozos y licuarlos conjuntamente con un poco de agua. Se puede agregar algún endulzante. Este jugo de aloe vera está indicado para ser consumido durante las mañanas, preferentemente en ayunas, durante un tiempo prolongado.
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