La fumaria, conocida científicamente como Fumaria Officinalis, es una planta reconocida en toda Europa por sus beneficios terapéuticos. Esta hierba se utiliza como planta medicinal, por ciertos compuestos que contiene, entre ellos el potasio.
La presencia de este mineral en su composición química, convierte a esta planta en un diurético natural.
El potasio que contiene la planta de fumaria estimula la producción de orina, a nivel renal, aumentando la diuresis y por ende eliminado el exceso de líquidos del cuerpo. Este efecto diurético favorece el tratamiento natural de diferentes afecciones, además de la retención de líquidos, como por ejemplo la hipertensión arterial, el sobrepeso, los cálculos renales, la gota, entre otras.
Para obtener estos beneficios, es importante que tengas presente cómo preparar la infusión de fumaria. Para ello, añade 40 gr. de flores secas de fumaria en 750 cc de agua hirviendo. Deja hervir y reposar por 10 minutos, cuela y puedes beber hasta dos tazas en forma diaria, durante una semana.
Además del potasio, la fumaria contiene otros compuestos orgánicos que le brindan otros beneficios a la salud, como por ejemplo propiedades digestivas, desintoxicantes y antiespasmódicas. Incluso se la utiliza como una planta para el tratamiento de diferentes problemas de la piel, gracias a sus propiedades emolientes.
Es importante que tengas presente que, si tomas medicamentos para bajar la presión, debes consultar con tu médico, ya que la fumaria puede tener una interacción con los fármacos y producir mareos, desmayos y/o deshidratación.
Si te interesan los diuréticos naturales, es importante que tengas presente que existen otras plantas medicinales con estas propiedades, como por ejemplo la cola de caballo, diente de león y anís estrellado, entre otras.
Recuerda que, aunque se trate de un remedio natural, siempre es necesario consultar con el médico antes de su consumo, para evitar posibles complicaciones en la salud.
