Colesterol

El colesterol es un lípido (esterol), una substancia cerosa que juega un papel importante en la construcción de membranas celulares y diversas hormonas. Existe de manera natural en todas las partes del cuerpo, y determinada cantidad es necesaria, pero su exceso se adhiere a las paredes arteriales, originando diversas patologías.

Los altos niveles de colesterol aumentan el riesgo cardiovascular, por efecto del depósito de placas en las paredes de las arterias, El problema principal se da cuando, se produce inflamación, desprendiéndose la placa de ateroma, lo que termina por producir una trombosis.

El colesterol es necesario porque entre otras funciones, cumple el papel de reparador de las paredes de las arterias. El hígado es el principal productor del organismo de esta sustancia (10% del total), aunque es sintetizado por todas las células nucleadas del organismo; si tiene alguna disfunción, provoca hipercolesterolemia, a pesar del cuidado en la dieta.

Como se trata de un lípido, el colesterol es poco soluble en agua, por tal razón, su transporte a través del torrente sanguíneo, se realiza a través de lipoproteínas. El asociado a la lipoproteína LDL (baja densidad) es considerado malo, porque lo distribuye en todo el organismo. Por el contrario, el colesterol asociado a la lipoproteína HDL (alta densidad) se lo toma por bueno, debido a que recoge esta sustancia de los tejidos y lo transporta hacia el hígado.

Los altos niveles de colesterol se combaten principalmente con actividad física, y en menor medida con dieta. Dejar de fumar, alcanzar el peso ideal, eliminar alimentos que contengan azúcar y harina refinada reemplazándolos por frutas y vegetales, y evitar grasas saturadas y trans, son otras de las medidas profilácticas necesarias para reducir la hipercolesterolemia.